
Podemos enmarcar su pensamiento a través de textos como "Eugenesia de la Hispanidad y
Regeneración de la Raza" (1937) o "Eugamia" (1938a). En ellos
mantiene que donde falta la adecuada dotación genética, un conjunto de características
intelectuales y morales inscritas en la constitución biopsicológica, resultan
inútiles los esfuerzos dirigidos a moldear a un hombre espiritualmente sano,
por muy cuidado que sea el conjunto de influencias ambientales. Llegó a
reclamar que se clasificara a la población en castas, utilizando para ello como
criterio de clasificación los valores espirituales que cada individuo hubiera
manifestado durante la guerra civil.